EREÑOKO MENDI LASTERKETA:

     Ayer por la mañana de nuevo volví a colocarme un dorsal, esta vez para disputar una carrera de montaña de 22km con más de 1000m de desnivel. Después de las intensas lluvias de los últimos días-meses, pensábamos que el circuito estaría pesado, pero no tanto como nos lo encontramos. Después del considerable madrugón teniendo en cuenta el cambio de hora.. nos presentamos en la línea de salida Eneko Zabala y yo con la intención de hacer un entrenamiento de calidad y a su vez duro de cara a la larga temporada de triatlones que nos espera. Hicimos un pequeño calentamiento y a la línea de salida junto a otro 100 valientes. Parecía que el tiempo nos iba a respetar y a pesar del viento, la lluvia no haría acto de presencia.

     Se da la salida y en un principio hay 1km que se hace controlada para luego lanzar la carrera. Mi intención era estar lo mas adelante posible, pero siempre sin llegar a cebarme del todo ya que era una carrera dura. Desde el principio hay un grupo de unos 4 corredores que se distancian y que a medida que pasamos a través de las piedras de la cantera de Ereño y por unos pasos estrechos abren más y más hueco. Por detrás nos juntamos otros grupo de 7-8 corredores que llevamos un ritmo similar y que a su vez abrimos un hueco con respecto al resto de corredores. Una vez pasados los 2 primeros kilómetros por una zona de piedras, empieza mi calvario. Llegamos a unas bajadas y subidas con un montón de barro y que no me dejan traccionar como es debido. Creo que la elección de neumáticos no fué la correcta, jejej. Me es imposible mantenerme casi en pie y me caigo por primera vez, algo que sería la tónica en el resto de la prueba. El grupo se me termina yendo y solo me concentro en no besar el suelo. Veo que de fuerzas voy bien, pero en las bajadas voy patinando de esquina a esquina, y en las subidas he de andar mucho ya que si me pongo a correr me voy deslizando hacia los lados. Era un momento de impotencia que me hizo planterme el buscar una via alternativa e irme para casa.

     Después de la primera subida y bajada han pasado ya unos 10km y veo que hay muchos corredores que me han pasado literalmente por encima. Para ese kilómetro he besado el suelo 3 veces, sin hacerme daño por suerte. Ahora llevo un corredor como referencia que tiene el mismo problema que yo y eso me sirve para ver que en los tramos en los que si se puede correr voy "fresco" y que no debería de haber tenido problema para aguantar a mas de uno de los corredores que me han pasado. Después de una segunda subida más corta y dura llega una nueva bajada técnica y muy embarrada que supone una última caída y esta vez con vuelta de campana y que me hace darme un golpe fuerte en la rodilla y la espalda que hoy noto más si cabe.

     Finalmente llegamos a la última subida a San Migel de Ereñozar, larga, muy larga y dura, pero que me la tomo con más filosofía y sin preocuparme de quien me pasa. Llego a la ermita y de ahi para abajo con calma para finalmente llegar a meta en el puesto 12º y con 2h 8min de carrera. Puedo comprobar que no he podido dar todo lo que tenía por las condiciones del terreno y por el calzado que llevaba, pero no importante es que no me he roto nada y que seguimos pensando en la temporada de triatlon. Ahora unos dias de recuperación y a seguir con lo nuestro.